CATETERISMO
VESICAL
El cateterismo vesical o uretral es la introducción
de una sonda, a través de la uretra al interior de la vejiga urinaria con fines
diagnósticos y terapéuticos. Considerando que el cateterismo vesical es una
maniobra invasiva y potencialmente traumática a la estructura de las vías
urinarias estériles, excepto en la parte final de la uretra que se considera no
estéril; en el procedimiento del cateterismo vesical se estima que existe un
alto riesgo de infección del tracto urinario, por la introducción de
microorganismos al interior de la vejiga. Por lo tanto, se debe valorar
cuidadosamente la necesidad de la realización del procedimiento en forma
correcta, además de realizarlo con la técnica estrictamente estéril.
Una sonda es un tubo de látex o de
silicona cuya consistencia depende de su composición. Su tamaño esta calibrado
en unidades francesas (CH) que miden la circunferencia externa. Las sondas
vesicales tienen uno o varios orificios en la parte distal. Pueden tener 1, 2 o
3 vías distintas. Las
sondas de una vía suelen ser rígidas y se utilizan para sondajes intermitentes.
Las sondas de 2 vías se usan para sondajes permanentes y la segunda vía sirve
para hinchar el balón con agua destilada para fijarla. La primera vía lleva una
guía para facilitar la introducción. En niños prematuros y lactantes pequeños
se puede retirar la guía antes de sondar para minimizar el riesgo de provocar
una falsa vía. En las sondas de tres vías, la tercera vía se utiliza para
irrigar la vejiga de forma continua.
El sondaje vesical puede ser permanente o temporal.
Este último puede ser único o repetido
Objetivos del sondaje vesical
- Los
objetivos del sondaje permanente son:
- Control de diuresis.
- Cicatrización de las vías urinarias tras la
cirugía.
- Prevención de la tensión en heridas pélvicas
y/o abdominales a causa de la distensión de la vejiga.
- Proporción de una vía de drenaje o de lavado continúo
de la vejiga.
- Los
objetivos del sondaje temporal son:
- Vaciado de la vejiga en caso de retención de orina.
- Obtención de una muestra de orina estéril.
- Determinación de la cantidad de orina
residual después de una micción.
En este capítulo nos
ocuparemos del sondaje vesical permanente, puesto que es el más frecuente en
una unidad de Críticos.
|
Complicaciones
Entre las complicaciones que se pueden presentar podemos mencionar: Falsa vía, estenosis uretral, hematuria ex-vacuo, infección transuretral, arrancamiento accidental de la sonda o si el globo del catéter no se infla.
Falsa vía
Se presenta rotura de la uretra y la creación de una nueva vía, distinta a la anatómica que termina en el extremo del ciego. Frecuentemente se presenta en la uretra bulbar y la región cervicoprostático, localizándose habitualmente en la cara posterior uretral. Se manifiesta por imposibilidad de realizar el cateterismo, llegando el extremo del catéter a un alto (tope), provocando dolor considerable con uretrorragia dando como consecuencia hemorragia e infección. |
Infección transuretral
La más frecuente es la cistouretritis, entre las menos frecuentes están la prostatitis aguda y la pielonefritis, e incluso sepsis, las cuales se pueden prevenir realizando el cateterismo con una técnica lo más aséptica posible y profilaxis antibiótica.
Arrancamiento accidental de la sonda
En los catéteres con balón inflado se puede ocasionar una dilaceración en el cuello cervical y ocasionar lesiones uretrales por sobre distensión. La manifestación clínica es la hemorragia. Puede ocasionar a largo plazo una esclerosis cervical o una estenosis uretral. Una de las soluciones que se utilizan con mayor frecuencia es la recolocación de una sonda de capacidad para inflar el globo con 20 a 30 ml de agua inyectable, de tal manera que el globo comprime y produce hemostasia, y puede además, ayudar al tratamiento para instalar una irrigación vesical continua.
El globo de la sonda no se infla
Sucede con frecuencia por mal funcionamiento de la válvula, o porque el canal del inflado se encuentra colapsado o por incrustaciones litiásicas en el extremo distal del catéter.
Nunca se debe intentar retirar por la fuerza la sonda con el globo sin desinflar, más bien intentar las siguientes medidas:
La más frecuente es la cistouretritis, entre las menos frecuentes están la prostatitis aguda y la pielonefritis, e incluso sepsis, las cuales se pueden prevenir realizando el cateterismo con una técnica lo más aséptica posible y profilaxis antibiótica.
Arrancamiento accidental de la sonda
En los catéteres con balón inflado se puede ocasionar una dilaceración en el cuello cervical y ocasionar lesiones uretrales por sobre distensión. La manifestación clínica es la hemorragia. Puede ocasionar a largo plazo una esclerosis cervical o una estenosis uretral. Una de las soluciones que se utilizan con mayor frecuencia es la recolocación de una sonda de capacidad para inflar el globo con 20 a 30 ml de agua inyectable, de tal manera que el globo comprime y produce hemostasia, y puede además, ayudar al tratamiento para instalar una irrigación vesical continua.
El globo de la sonda no se infla
Sucede con frecuencia por mal funcionamiento de la válvula, o porque el canal del inflado se encuentra colapsado o por incrustaciones litiásicas en el extremo distal del catéter.
Nunca se debe intentar retirar por la fuerza la sonda con el globo sin desinflar, más bien intentar las siguientes medidas:
- Cortar
la válvula de la sonda.
- Cortar
el catéter a nivel de la obstrucción de la válvula (si la obstrucción es
posterior al nivel del corte se soluciona el problema). Se debe dejar un
extremo del catéter de 5 a 10 cm de salida del meato para facilitar
maniobras posteriores.
- Pasar
una guía metálica por el canal del inflado para intentar quitar la
obstrucción.
- Si
aún no se logra solucionar el problema, el urólogo realizará las
siguientes maniobras: inyectar por el sistema de inflado aceite mineral o
éter etílico, éste se debe administrar cuidadosamente, pues puede
ocasionar una cistitis química e incluso una perforación vesical y
posteriormente irrigaciones vesicales.
- Puncionar
el globo por vía supra púbica, transrectal o transvaginal utilizando
control ecográfico.
- Lograr
sobre distender el globo inyectando solución inyectable para hacerlo
estallar adentro de la vejiga. Se debe asegurar que no existan fragmentos
del globo en la vejiga, ya que puede ocasionar la presencia de litiasis.
En caso
de incrustación litiásica en el extremo del catéter, se recomienda realizar
litotricia extracorpórea y en el último de los casos practicar una cistotomía
(este caso puede asociarse a infecciones transuretral por Corynebacterium o
gérmenes urelíticos).
Tipos de sondaje.
Tipos de sondaje.
Según el tiempo de permanencia del sondaje se
distingue entre:
Sondaje permanente de larga duración:
con una duración mayor de 30 días, en el que la sonda es mantenida en su lugar
por un balón que se hincha con aire o agua al colocarla. Está indicado en casos
de pacientes crónicos con retención urinaria.
Sondaje permanente de corta duración:
de iguales características que el anterior pero con una duración menor de 30
días, usándose en caso de patología agudas.
El sondaje intermitente:
que se realiza cada cierto tiempo (en general, cada 6 – 8 horas) y es el
principal tratamiento de la incontinencia causada por daño medular o daño de
los nervios que controlan la micción, y que producen incontinencia con mal
vaciado de la vejiga. Consiste en la introducción de un catéter o sonda en la
vejiga, a través de la uretra, para vaciarla de orina, siendo retirada
inmediatamente después de alcanzar dicho vaciado. La frecuencia del sondaje
dependerá del volumen de orina diario y de la capacidad de la vejiga (3-4
sondajes diarios) y, además del profesional sanitario, la/el paciente o sus
cuidadoras/es pueden ser adiestrados para realizarlo en domicilio
(autosondaje).
Tipos de sondas.
Según su composición:
Látex: de uso muy
frecuente, sin embargo las sondas de látex pueden provocar alergia en las
personas alérgicas al látex. Para evitarlo existen sondas de látex recubierto
por una capa de silicona (siliconada). Se usan para el vaciado vesical
permanente en sondajes con duración
inferior a 15 días
aproximadamente (sondajes hospitalarios, postoperatorios).
Silicona:
Los catéteres de silicona son los que presentan mayor biocompatibilidad y a
igualdad de calibre exterior, mayor calibre funcional (luz interior), por lo
que pueden ser más finas y tener por tanto mejor tolerancia. Están indicadas en
sondajes de duración superior a 15 días o en pacientes alérgicos al látex.
Cloruro de polivinilo (PVC):
también conocidas como sondas de Nélaton. Se usan en cateterismos
intermitentes, para diagnóstico o terapéuticos, instilaciones y para medir
residuos.
Según el calibre:
Los
calibres deben seleccionarse según el sexo, la edad y características del
paciente: en el caso de adultos existen sondas desde el calibre 8 al 30. Los
calibres que se utilizan con más frecuencia son:
Mujeres: CH 14 y 16
Varones: CH 16-18-20-22
También
hay diferencia en el caso de la longitud
de la sonda en el sondaje intermitente
o auto sondaje: hombre 40 cm y
mujer 20 cm
CH
o Ch es la escala francesa o de Charriere (French en inglés) y es una medida
que se utiliza para expresar el calibre de diferentes instrumentos sanitarios
tubulares. Equivale a 1/3 de mm.
MATERIAL
NECESARIO
·
Mesa auxiliar
·
Carro o batea.
·
Cuña.
·
Guantes de un solo uso y estériles.
·
Agua, jabón y gasas estériles.
·
Solución de Clorhexidina al 0,02%.
·
Paño estéril.
·
Lubricante hidrosoluble urológico.
·
Dos jeringas de 10 CC
·
Ampolla de agua destilada estéril para inflar el
globo o balón de la sonda.
·
Sonda vesical estéril.
·
Tipo y número según necesidad.
·
Bolsa colectora estéril de circuito cerrado.
·
Colgador de bolsa de orina.
Sondaje
vesical femenino
Preparación
previa
·
Tomar las medidas necesarias para prevenir riesgos laborales del profesional ligadas a
seguridad, higiene y ergonomía.
·
Colocar al paciente en decúbito supino con piernas
separadas.
·
Lavado de manos2, 3,4 según protocolo del hospital
y colocación de guantes NO estériles.
·
Lavado de genitales con agua y jabón1, 2, 3,4 y
aclarado con suero fisiológico.
·
Secado de la zona con gasa estéril.
·
Separación de labios, lavando de arriba hacia abajo
(del clítoris a la zona perianal) y secando con gasas estériles.
·
Abrir los paquetes para que el profesional que
realiza la técnica estéril prepare el campo y el material necesario.
·
Ayudar al profesional que realiza la técnica
estéril, durante el procedimiento.
Sondaje
vesical masculino.
Preparación
previa
·
Tomar las medidas necesarias para prevenir riesgos laborales del profesional ligadas a
seguridad, higiene y ergonomía.
·
Colocar al paciente en decúbito supino.
·
Lavado de manos2, 3,4 según protocolo del hospital
y colocación de guantes NO estériles.
·
Lavado de genitales con agua y jabón1, 2, 3,4.
·
Secado de la zona con gasa estéril.
·
Abrir los paquetes para que el profesional que
realiza la técnica estéril prepare el campo y el material necesario.
·
Ayudar al profesional que realiza la técnica
estéril, durante el procedimiento.
Realización de la técnica
Explicaremos al paciente, de manera
adecuada a su edad, la técnica que le vamos a realizar y lo colocamos en
decúbito supino. Después de realizar un lavado higiénico de manos y con los
guantes no estériles, la auxiliar lava los genitales con agua y jabón y los
desinfecta con una gasa estéril impregnada en solución antiséptica. La
enfermera realiza un lavado quirúrgico de manos y se coloca los guantes
estériles. Con la ayuda de la auxiliar, que le va entregando el material,
prepara un campo estéril en una mesa, colocando todo el material sobre la talla
(gasas, guantes, jeringa, sonda, lubricante y sistema de bolsa colectora) y
procede a su preparación que consiste en:
·
Montar el sistema de la bolsa
colectora.
·
Cargar la jeringa con la cantidad de
agua adecuada para el balón de la sonda que utilicemos.
·
Retirar la guía si el niño/a es
pequeño.
·
Comprobar el buen funcionamiento del
balón inyectando la cantidad recomendada de agua y esperando unos segundos tras
los que se retirará el agua.
·
Aplicar el lubricante a la sonda.
·
Tapar las piernas del paciente con la
talla fenestrada, la obertura de la cual debe procurar acceso a la zona
genital.
·
Realizar el sondaje:
·
Conectar la sonda a la bolsa colectora.
·
Proteger la conexión de la sonda con la
bolsa con gasa estéril y povidona yodada.
·
Colocar la parte externa de la sonda de
forma que se mantenga sin angulaciones, fijándola con esparadrapo en la cara
interna del muslo de manera que impida tracciones de la uretra y a la vez
permita la movilidad del paciente.
·
Desechar los residuos y material
sobrante en los contenedores indicados.
·
Anotar en el registro de enfermería la
fecha y hora del sondaje, tipo y nº de sonda, mililitros de agua que se han
utilizado para inflar el balón, características de la orina y las observaciones
que se crean necesarias.
Procedimiento en la niña. Colocamos a la paciente en decúbito
supino con las rodillas flexionadas y separadas. Realizamos la desinfección de
la zona genital: separando la vulva con el pulgar y el índice de la mano no
dominante, identificamos el meato urinario y lo limpiamos con una torunda
impregnada de desinfectante, siempre con un movimiento descendente.
Introducimos la sonda, previamente lubricada, lentamente y sin forzar hasta que
comience a fluir la orina, entonces introducimos la sonda 2-3 cm. más,
retiramos la guía e inflamos el balón con el agua destilada. Tiramos con
suavidad de la sonda para comprobar que queda fijada.
Procedimiento en el niño. Colocamos al paciente en decúbito
supino con las piernas estiradas. Sujetamos el pene en posición vertical con la
mano no dominante, retraemos el prepucio y desinfectamos el meato urinario,
ejecutando un movimiento circular de dentro hacia afuera con una torunda
impregnada de desinfectante. Introducimos la sonda, previamente lubricada,
lentamente y sin forzar hasta que encontramos un tope, inclinamos el pene 45o aproximadamente
(esta posición favorece el paso por la uretra prostática) y continuamos entrando
la sonda hasta que comience a fluir la orina. Introducimos la sonda
2-3 cm. más, retiramos la guía e inflamos el balón con el agua destilada.
Tiramos con suavidad de la sonda para comprobar que queda fijada.
Retirada de la sonda
La maniobra se realiza
con guantes no estériles. Se desinfla el balón con una jeringa y se retira la
sonda con suavidad y se limpia la zona genital con agua y jabón.
·
Anotar en el registro de enfermería la
fecha y hora de la retirada y las observaciones que se crean necesarias.
Lavado de la sonda
vesical
Aunque no es
aconsejable manipular la sonda, en alguna ocasión puede ser necesario para
mantener o recuperar la permeabilidad de la sonda. Es una técnica estéril.
Material:
- Gorro y mascarilla.
- Guantes estériles.
- Empapador desechable.
- Talla estéril
- Jeringa de 50 CC. con cono de alimentación.
- Solución salina estéril
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